Suelo radiante

La climatización invisible que te permite ahorrar energía

Conseguirás el confort necesario tanto en invierno como en verano si necesidad de aparatos o radiadores a la vista.

La instalación de suelo radiante te permite obtener calefacción y refrigeración de forma eficiente y obtener un ahorro energético considerable. Tanto si en obra nueva como en rehabilitación, los sistemas de suelo radiante te trasladan a otra dimensión en cuestión de climatización. Olvídate de radiadores o aparatos de aire acondicionado, puedes conseguir la temperatura deseada a través del pavimento.

¿Qué es el suelo radiante?

Es un sistema de calefacción compuesto por un circuito de tuberías que se distribuyen de manera uniforme bajo los pavimentos y por las que circula agua a entre 30 y 40 grados de temperatura en invierno. Esto garantiza que el calor se distribuya de manera uniforme por todo el espacio y crea una temperatura agradable.

¿Es verdad que calienta y es capaz de enfriar?

Si. Los sistemas de suelo radiante son capaces de calentar y enfriar. En verano la temperatura del agua que recorre los circuitos desciende a 17º y con eso se consigue absorber gran parte del calor ambienta. Recuerda que al estar distribuido por todo el espacio no es necesario utilizar mucha energía para conseguir una temperatura agradable.

¿Dónde puedo instalar el suelo radiante?

Tanto en viviendas unifamiliares como edificios plurifamiliares. Pero también en locales comerciales, espacios de uso colectivo como residencias e incluso al aire libre o parkings.

¿Qué ventajas ofrece frente a los sistemas convencionales?

Ahorro

Sobre todo en espacios grandes como naves industriales o centro comerciales, en los que se pueden llegar a obtener ahorros de hasta más del 50%. En las viviendas el ahorro también es importante, sobre todo si se combina con otros sistemas eficientes como la aerotermia, con la que se consigue la máxima eficiencia energética.


Estética

Instalar este tipo de sistemas de climatización nos permite olvidarnos de todo tipo de radiadores u otros elementos, ganando espacio y pudiendo obtener espacios verdaderamente diáfanos si es lo que necesitamos. Al suelo radiante se le suele llamar también calor invisible, porque realmente se nota pero no se ve.


Aislamiento térmico

La instalación del suelo térmico proporciona una capa extra de aislamiento, mejorando el aislamiento térmico y acústico del lugar donde se instala.

Limpieza

La ausencia de elementos calefactores o refrigeradores que habitualmente no son fáciles de limpiar hace que se consigan ambientes más limpios y de más fácil mantenimiento. Esta es una ventaja a tener muy en cuenta en aquellos espacios destinados al cuidado de niños o mayores o dónde la limpieza deba ser muy estricta. También son más seguros, puesto que es imposible que se produzcan quemaduras por contacto.


Confort

Al estar distribuido de forma uniforme por todo el pavimento, la temperatura es mucho más estable y se evita la sensación de “punto ciego” como pasa en aquellos rincones alejados de los radiadores convencionales.


Salud

Debido a la temperatura moderada y constante que tiene el agua que circula por el circuito, se evita la creación de corrientes de aire caliente que resecan las mucosas y también el movimiento de polvo. Por eso es uno de los sistemas más recomendados para hospitales, residencias de ancianos o viviendas para personas con problemas de alergias.

Preguntas frecuentes

¿Y si se estropea?

Una de las dudas más frecuentes antes de instalarlo es el “miedo” a que una avería nos obligue a tener que levantar el pavimento. Esto es algo muy improbable, ya que los sistemas de suelo radiante no llevan empalmes y se utilizan materiales de muy alta calidad, por lo que es muy difícil que se pueda producir una avería.

¿Puedo poner el pavimento que yo quiera?

Prácticamente puedes poner cualquier pavimento, aunque nuestro equipo te informará de los materiales más adecuados ya que debe ser un material resistente a los cambios de temperaturas.

Por eso suele decirse que no se puede instalar suelo de madera con suelo radiante. En realidad no es lo más indicado, puesto que la madera es un material con cierto porcentaje de agua que se vería afectado por el calor. Aunque en una madera de calidad y correctamente instalada no tiene porqué afectar en demasía, hay que tener en cuenta que la madera, por definición no es el material más adecuado ya que reduce la eficiencia del sistema.

Sin embargo, se puede instalar suelo laminado siempre y cuando se tengan en cuenta una serie de detalles como una barrera impermeable antes de su colocación.

Hay que tener en cuenta que este sistema, aunque no muy común en España, lleva décadas de desarrollo en otros países europeos por lo que los fabricantes de pavimentos lo tienen en cuenta y hay una amplia gama para elegir.

¿Es lo mismo el suelo radiante por agua que por electricidad?

No. Aunque el sistema es muy parecido porque ambos van por debajo del pavimento, no tienen nada que ver ya que el primero es altamente eficiente y el segundo exige un consumo constante de electricidad.

Es cierto que el suelo radiante por agua no permite el calentamiento tan rápido como en el caso de la electricidad, pero su bajo consumo permite tenerlo encendido de manera constante para no dejar enfriar el ambiente.

¿Puede ir ligado a cualquier sistema de calefacción?

Este sistema puede ir en combinación con aerotermia y geotermia, por ejemplo, lo que además de altamente eficientes los convierte en ecológicos.  De hecho, es lo más recomendado ya que de esa manera se alcanza el máximo rendimiento de ambos sistemas. Sin embargo, también puede instalarse con calefacción de gas natural siempre y cuando la calefacción sea individual. En estos casos se recomienda el uso de una caldera de condensación que son mucho más eficientes.

En el caso de calefacción central o comunitaria, se desaconseja la instalación de este sistema de forma individual, puesto que aunque técnicamente es posible instalarlo, presenta una serie de dificultades derivadas entre otras, de la diferencia de temperaturas con las que trabaja un sistema y otro. Y además, se pierden parte de las ventajas ya que no podrías utilizarlo cuando la calefacción estuviera apagada.

Si que es una buena opción cuando en la comunidad, por decisión propia o por adaptarse a las normativas autonómicas que abogan por la supresión de este tipo de calefacción comunitaria, pensar entonces en sustituirla en una o todas las viviendas.

En cualquier caso, si necesitas  más información al respecto, ponte en contacto con nosotros y nuestro equipo podrá ver

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